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22 de marzo: El agua en Honduras, un derecho que no llega a todos

Inmersos en la segunda década del milenio y a tres años de que finalicen los plazos impuestos por Naciones Unidas para el cumplimiento de sus Objetivos de Desarrollo del Milenio, el derecho al agua sigue siendo un tema de primera necesidad, afectando desigualmente a regiones, países y comunidades.

A comienzos de siglo se propuso como objetivo reducir a la mitad el número de personas que no cuentan con acceso a agua potable ni saneamiento básico desde 1990. Diez años después de la toma de compromiso, las cifras evidenciaban escasos avances al respecto, lo que hace presagiar que no se vaya a cumplir esta meta a final del plazo propuesto. A día de hoy, mil millones de personas continúan sin acceso a agua potable y más de dos mil no cuentan tampoco con instalaciones de saneamiento básico. (reportaje completo para descargar en formatopdf)

Objetivo, agua y saneamiento

Reducir el número de personas que no cuenta con acceso a agua potable ni saneamiento en el mundo, no es uno de los siete grandes Objetivos del Milenio de Desarrollo en sí mismo, pero si una meta principal a la hora de cumplir con las expectativas de acabar con el hambre y la pobreza extrema.

Al igual que estos dos factores, la falta de acceso a agua y saneamiento básico es un problema que se da también de forma desigual según regiones, países y comunidades. El continente africano es una de las regiones más afectadas por estas deficiencias, pero al contrario de lo que pudiera parecer por su clima y recursos, Centroamérica también tiene serios problemas al respecto, y dentro de esta región Honduras, que junto con Nicaragua muestra uno de los peores índices de mejora, manifestando un claro atraso sobre las previsiones previstas por los ODM, para 2015. 

La Fundación Iberoamericana para el Desarrollo – FIDE, concienciado con esta problemática, comenzó en el año 2002 en Honduras, junto con algunos agentes locales, una serie de proyectos integrales para generar el acceso a estos recursos de forma sostenible y duradera, y trabajando con aquellas comunidades del ámbito rural que más lo requerían. Honduras tiene una porcentaje de población rural del 48%.

Esta iniciativa, que se extiende hasta la actualidad, buscan contribuir a mejorar la calidad de vida de los habitantes del campo para que puedan potenciar su desarrollo económico y humano.

Honduras, el agua como fuente de conflicto

La República de Honduras es uno de los países más grandes y con más recursos de Centroamérica. Eminentemente rural y cafetalera cuenta con un clima semitropical y abundantes recursos hídricos.

Sin embargo, cada año padece importantes problemas de abastecimiento de agua en la capital Tegucigalpa, mientras que la zona rural, donde vive casi el 50 % de la población, cuenta con serias carencias en el acceso a agua potable y saneamiento.

En total, casi millón de hondureños siguen padeciendo esta realidad, a pesar de ser un derecho humano esencial y una de las prioridades de Naciones Unidas en sus Objetivos de Desarrollo del Milenio.

La situación del agua en Honduras tiene muchas peculiaridades, pero entre las más destacadas se encuentra el que, cómo siendo un país hidrográficamente nutrido (19 cuencas hidrográficas) y con descarga abundante de lluvias por año (4 veces más que España en relación lluvia/superficie), tenga serios problemas de abastecimiento y calidad del agua.

Las respuesta nos la da en parte el informe que cada año publica por estas fechas la Fundación Global Water Parneship sobre la situación de los recursos hídricos en Centro- américa. En dicho informe se detecta como causa principal el aprovechamiento irracional del agua, un recurso sobreexplotado, deteriorado y contaminado por las necesidades de producción. Técnicas agresivas de producción agrícola, aumento progresivo de superficie dedicada a cultivo, inseguridad en la tenencia de la tierra, presión por el uso del agua y procesos inadecuados de explotación forestal, son factores propios de este uso irracional que derivan en una situación de agotamiento y envenenamiento de los recursos subterráneos (pozos anegados o con presencia en sus aguas de agroquímicos y metales pesados), y sobreexplotación y contaminación de los superficiales (ríos utilizados para labores domésticas, de higiene, industriales...).

Unido al uso irracional del agua se encuentra la desigual distribución que es hace de la misma. De la demanda total estimada, unos 1.900 hm3 (que representan un 2 % del caudal anual producido, 100.000 hm3), la mayor parte se satisface con recursos superficiales, y van destinados principalmente a funciones de riego. La demanda para uso doméstico es pequeña y apenas representa el 16 % del total del consumo por año. Esto no significa que no haya necesidad de más consumo en la población, sino que no se destina lo suficiente para abastecerla, y las cifras constatan este hecho. Según la Organización Mundial de la Salud, en su informe Progress of Drinking water and Sanitation, emitido este mes de marzo, el 13 % de la población hondureña no tiene acceso a agua potable de manera corriente, y el problema se intensifica si nos desplazamos al área rural, donde la cifra se eleva hasta el 21%. Pero es que además, las estadísticas hablan de que una gran cantidad de los que sí cuentan con servicios de acceso a agua corriente, lo hacen de manera deficiente y no periódica a causa de las carencias de mantenimiento de las instalaciones.

Quienes más sufren esta situación son en su mayoría las comunidades pobres del área rural y la zona periurbana, que para conseguir abastecimiento tienen que recurrir a la compra de agua embotellada o en cisternas o a la creación de sistemas caseros que ponen en riesgo la salud. 

Se han denunciado abusos sistemáticos en la venta del agua de manos de los llamados “aguate- ros”, que compran el agua a la empresa nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA) y la ven- den en barrios y comunidades marginales hasta 40 veces más caro de su valor. Es decir, los más pobres pagan un bien básico y vital más caro que el resto, agravando sus problemas de marginamiento y segregación social.


Red de saneamiento deficiente

La falta de acceso al agua potable no es el único problema que perjudica a la salud y el desarrollo socio- económico de Honduras. Las malas condiciones de higiene, producidas por la escasez de instalaciones de saneamiento básico mejoradas es causante de muchas de las enfermedades y epidemias que acaban con la muerte de muchos hondureños, además de dificultar su des- arrollo productivo y sus ingresos, al tener que invertir mucho tiempo en labores tan cotidianas como el aseo o la evacuación.

En este aspecto, Honduras cuenta con uno de los índices de acceso a saneamiento básico mejorado más bajos de todo Centroamérica, apenas superado por su vecina Nicaragua y por Haití. Sólo el 77% de la población tiene asegurada el ac- ceso a instalaciones de sanea- miento mejoradas, porcentaje que en el área rural desciende al 69%. Esto quiere decir que, el resto de la población ha de hacer uso, bien de instalaciones comunes, o bien de sistemas improvisados y altamente insalubres como letrinas sin des- agüe hidráulico o fosas abiertas.

En estas condiciones, el riesgo de enfermedades y epidemias es alto, al descender las condiciones de salubridad, poniendo en riesgo principalmente a los colectivos más vulnerables, como es el caso de los niños. Cerca de un millón de niños/as en Honduras no tienen acceso a saneamiento mejorado, de los más de 2 millones en total que carecen de él en todo el país, según se desvelaba en el VII Foro Nacional de Agua potable y Sanea- miento, que se celebra este mes de marzo.

La Fundación FIDE y su iniciativa por el acceso al agua en Honduras

Desde su constitución, en 1991, FIDE centra sus esfuerzos en materia de cooperación para el desarrollo en las comunidades que presentan más dificultades para ejercer sus derechos básicos. En Honduras, una de las líneas fundamentales de trabajo se ha consolidado en torno a la promoción del derecho de acceso a agua potable y saneamiento básico, principalmente en comunidades del área rural, y tras una década de trabajo, esta iniciativa se ha convertido en una de las más importantes de FIDE en el país por sus resultados.

Desde el año 2002, FIDE ha estado trabajando, junto a la organización local hondureña FUNBANHCAFE (Fundación del Banco Hondureño del Café) en paliar las dificultades de acceso a agua potable y sanea- miento básico mejorado de dos de los 18 departamentos en los que se estructura el país: Departamento de Copán y Santa Bárbara. 

Durante estos casi diez años de trabajo, la iniciativa de agua y sanea- miento se han convertido en un referente para FIDE en Honduras. Se ha modificado paulatinamente conforme a las experiencias acu- muladas y su objetivo es mejorar la calidad de vida de los usuarios, mejorando la gestión de recursos, capacitando   y dotando de infra- estructuras.

Cuenta con tres líneas básicas de actuación: Gestión de recursos hídricos, construcción de sistemas de agua y saneamiento básico y formación y capacitación técnica.

Rehabilitación y protección de las cuencas hidrográficas

Los ríos son la principal fuente de agua de las comunidades rurales. La mayor parte del recurso hídrico para consumo se obtiene de la superficie y, los ríos y sus márgenes, ante la falta de sistemas de canalización y acumulación de agua en las casas, se convierten en zonas de tránsito para todo tipo de tareas domésticas: lavado de ropa y utensilios, acopio de agua para cocinar, etc. Al no contar tampoco con sistemas de saneamiento mejorado, también son usadas como zona para el higiene personal y el desahogo de desechos y excretas humanas.

Esta circunstancia trae consecuencias como contaminación, agota- miento del recurso en épocas secas, aumento de enfermedades por picadura de mosquito, ataques de animales, y sobretodo una gran inversión de tiempo para el acarreo y desarrollo de las actividades que implican el uso del agua.

Además, el uso de sistemas ineficientes en el hogar genera una de- forestación sistemática que afecta directamente a las cuencas de los ríos y los desprotege ante desbordamientos producidos por un aumento de caudal.

En este aspecto, la iniciativa realiza acciones que mejoran la gestión de las cuencas, capacitando a las instituciones y organizaciones responsables de la producción de agua para llevar un manejo integrado de los recursos. A su vez, se realizan estudios biofísicos, planes de acción en manejo de cuencas y acciones de reforestación de las zonas más afectadas.

 

Creación de dispositivos de agua y saneamiento básico en viviendas
La construcción o reparación de los sistemas de agua es una parte importante para resolver la problemática de acceso a agua. El objetivo es conseguir que los habitantes de cada comunidad involucrada cuenten con acceso directo a agua potable desde sus viviendas así como de instalaciones sanitarias mejoradas. Pilas de almacena- miento de agua, letrinas con desagüe hidráulico, filtros de aguas servidas, hornillas mejoradas, etc. 

Estos dispositivos se conectan, a través de una red de tuberías al tanque de almacenamiento, construido también en este proceso, y éste a su vez a la fuente de agua. Las infraestructuras de sanea- miento se diseñan de manera que filtren los residuos hacia fosas sépticas enterradas, que las separen del contacto directo con los usuarios, reduciendo el riesgo de enfermedades y contaminación.

 

Formación y capacitación

La iniciativa busca desde el inicio la implicación activa de sus beneficiarios. El propósito es que, durante la ejecución del mismo, sus usuarios asimilen la composición de los sistemas y resulte más sencillo aplicar la formación técnica sobre el mantenimiento y la reparación de la infraestructura. Esta tarea suele ser asumida por aquellas organizaciones encargadas de la gestión del agua: las juntas de agua.

Con estos organismos, no sólo se trabaja la parte técnica, también se trabajan capacitaciones en aspectos como contabilidad, administración, fomento de la participación... Con el fin de que, al finalizar el proyecto funcionen de manera auto- suficiente y sostenible, y alarguen al máximo el ciclo de vida de un sistema de agua. 

A su vez, se aprovechan estos espacios para desarrollar las políticas de género que incluyen los proyectos de la Fundación. Se establecen cuotas de participación de mujeres, y se dan talleres de género para que, el tiempo recuperado para las mujeres, no sea reinvertido en labores del hogar y contribuya a potenciar su papel en la toma de decisiones de la comunidad.

FIDE y Honduras, el sueño de tener agua potable

testimonio de un grupo de mujeres de una comunidad rural que gana la lucha por el acceso al agua potable, con el apoyo de FIDE y Funbahcafé. El video forma parte del documental de la Campaña Nuevos Sentidos del Mundo, una iniciativa para fomentar la participación activa de la ciudadanía española

Documentos y enlaces de interés

Honduras y el acceso a agua potable y saneamiento

 
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