Ese compromiso lo comenzó hace 40 años, cuando Lirenza, junto a su marido, se internó en la selva para cultivar la pimienta y se dio cuenta del gran valor de la tierra y de la innumerable cantidad de especies que estaban en peligro de extinción.

Con el tiempo, esta mujer de 63 años dio inicio a un gran proyecto: convertir su fundo en un ejemplo de agricultura ecológica.

Este proyecto fue presentado al programa CREDIMUJER del Movimiento Manuela Ramos, el cual brindó el microcrédito necesario para que Lirenza comenzara su grana-escuela.

Las mujeres de esa comunidad se organizaron hasta conformar un banco comunal, que permitió a Lirenza y al resto de sus compañeras dar los primeros pasos en su microemprendimiento.

Aparte de recibir el crédito, estas mujeres que conforman el banco comunal “Las juanitas” han asistido a una serie de talleres de capacitación sobre manejo de dinero, de mercancía, de autoestima y otros dirigidos al empoderamiento de todas las participantes.

Para Lirenza, hoy día su proyecto es una realidad que ya cuenta con reconocimiento a nivel nacional e internacional. Se trata de una granja agroecológica, donde además se trabaja para el rescate de las especies en peligro de extinción, plantas medicinales, maderables, ornamentales; entre otros. Cuenta también con una piscigranja.

Su Fundo “La Fama” también desempeña un papel de centro de investigación para estudiantes en agronomía de Perú pero también de Bolivia, Colombia o Francia.

El equipo de CREDIMUJER la define como “una mujer exitosa del agro amazónico, ama la naturaleza y busca crear conciencia en sus visitantes a quienes explica todo el trabajo que realiza, es consciente de la protección del medio ambiente, la agricultura ecológica y el amor al prójimo ya que ofrece productos ecológicos. En el 2009 Lirenza obtuvo la certificación “parcela ecológica” por la Empresa Bio Latina, distinción que comparte con tan solo 8 otros fundos en el país.